El mundo de los programas de supervivencia en televisión ha cautivado a muchos, pero la realidad de la supervivencia va más allá de la pantalla. Un verdadero superviviente está preparado para mantenerse con vida, incluso en las condiciones más adversas. Y, un aspecto fundamental de esta preparación es saber cómo construir un refugio de supervivencia.
La supervivencia al aire libre requiere un entendimiento claro de qué es lo imprescindible para mantenerse vivo. Si bien se puede sobrevivir varios días sin agua y hasta semanas sin comida, la pérdida de calor corporal puede ser fatal en un corto plazo. Por tanto, es esencial saber cómo encender un fuego y, sobre todo, cómo construir un refugio para protegerse de las inclemencias del tiempo y mantener el calor corporal.
Aquí te ofrecemos algunas claves para la construcción de un refugio en la naturaleza:
Elige la Ropa Adecuada
La primera línea de defensa contra los elementos es la vestimenta. Opta por capas de material sintético o lana y lleva una capa exterior impermeable y cortavientos para estar preparado ante cualquier eventualidad. De este modo, conservarás el calor corporal en lugar de perderlo en el entorno.
Selecciona el Lugar Correcto
La elección del lugar para construir tu refugio de supervivencia es crucial. Debe ser el sitio más seco que encuentres, ya que la humedad puede absorber rápidamente el calor corporal. Si el clima no es demasiado frío, busca un terreno elevado. Una ligera brisa te ayudará a mantener a raya los insectos y facilitará que te encuentren en caso de rescate. Si hay un viento frío, busca un lugar resguardado por árboles. Evita construir en el fondo de valles o barrancos, donde el aire frío se concentra por la noche.
Refugio de Hojas
Si se hace de noche y tienes la posibilidad de recoger rápidamente material seco del suelo del bosque como hojas, agujas de pino, corteza, etc., haz un montón de aproximadamente un metro de alto y más largo que tu cuerpo. Al enterrarte en él, tendrás un saco de dormir natural que te protegerá contra la pérdida de calor.
Un Árbol Caído
Un árbol caído con suficiente espacio debajo para que te puedas meter a gatas puede convertirse en el refugio más sencillo. Apoya ramas en el lado del árbol que está a barlovento para crear una pared. Hazla suficientemente gruesa para que no entre el viento. Si puedes encender un fuego en el lado abierto del refugio, te ayudará a mantenerte caliente.
Cobertizo Fácil de Hacer
Si encuentras un árbol caído sin suficiente espacio debajo, o una roca o un pequeño saliente, puedes construir un cobertizo sencillo. Empieza apoyando las ramas caídas contra el objeto para crear una pared. Inclínalas en ángulo para protegerte de la lluvia. Cubre las ramas inclinadas con hojas, ramas, agujas de pino, corteza, o cualquier otro material que te ofrezca el bosque. Una vez construida la pared, podrás arrastrarte hasta tu refugio. Recuerda que debe ser solo lo suficientemente grande para ti y cualquier otra persona que te acompañe, para conservar mejor el calor.
Refugio con forma de A
Si no puedes hacer un cobertizo, puedes hacer un refugio en forma de A. Necesitarás dos palos de 1.2 a 1.5 metros de largo y un palo de 3 a 3.6 metros de largo. Levanta los dos palos más cortos en forma de A. Apoya el palo más largo en la parte superior de la A. Ata los tres palos donde se unen. Ahora, añade más palos contra el palo más largo, y amontona ramas del monte contra estos palos hasta que tengas un refugio aislado con un extremo abierto.
Una Simple Lona
Si cuentas con una lona, una lámina de plástico o una manta espacial, y algo de cuerda o cordel, puedes improvisar una tienda de campaña de emergencia. Ata un cabo entre dos árboles a una altura baja, con espacio suficiente para que puedas tumbarte debajo. Extiende la lona sobre la cuerda y coloca piedras grandes o troncos en los extremos de la lona para mantenerla en su sitio.
Prepara tu Cama
Finalmente, tu refugio no estará completo hasta que hayas hecho una cama. Las hojas secas funcionan bien. Haz tu cama un poco más grande que el espacio que ocupa tu cuerpo y de al menos 20 cm de grosor. Así estarás listo para pasar la noche.
Ten en cuenta también los lugares que debes evitar para construir tu refugio, como aquellos donde el suelo esté húmedo, en cimas de montañas y crestas abiertas donde estés expuesto al viento frío, en el fondo de valles estrechos donde se acumula el frío por la noche y en barrancos por donde corre el agua cuando llueve.
En resumen, la capacidad de construir un refugio de supervivencia es una habilidad indispensable para cualquier prepper o entusiasta de la supervivencia al aire libre. Al dominar estos consejos y técnicas, puedes garantizar que estés preparado para enfrentar cualquier situación, por muy inesperada que sea.
Recuerda, la clave para la supervivencia no es solo la preparación, sino también la adaptabilidad. Por lo tanto, sigue practicando, aprendiendo y adaptándote a nuevos desafíos para que siempre estés listo para lo que la naturaleza te depare.